Trofeo Caza y Conservación

LA CUESTA DE ENERO

En enero, el común de los mortales iniciamos una cuesta en dirección ascendente en cuanto a los aspectos económicos. Nosotros, los aficionados a esta afición, noble ocupación o arte venatoria, iniciamos una cuesta parecida, pero de inclinación contraria; es decir, hacia abajo, hacia el fin de la temporada general de caza. Pero nosotros, en muchos casos, con la alegría de los recuerdos, el convencimiento de la salud de nuestros hábitats y la ilusión de la recría de nuestras especies cinegéticas en nuestros cotos. Estos recuerdos, en la mayoría de los casos, están siendo gratos esta temporada, de un buen año tanto de mayor como de menor. Las monterías se han dado más que divertidas, teniendo en cuenta que los cochinos proliferan como si no hubiese un mañana; las reses, tanto de cervuno como gamos y muflones, disfrutan de una buena salud, sobre todo en aquellas fincas y montes públicos donde son bien gestionados y cazados; los celos de óvidos y cápridos se han desarrollado con normalidad, con buen tiempo en el centro y sur peninsular y con algún que otro metro de nieve en el norte. Y la menor, como nos tiene ya acostumbrados, ha ido «por barrios», con «sequía» en algunos sitios y exceso en otros: mientras que lo más importante sigan siendo las alimañas, no seremos capaces de levantar cabeza… En este inicio de año, además de evaluar el desarrollo de la temporada, también debemos mirar hacia adelante. Enero es momento de comenzar a planificar el futuro de nuestro coto, es tiempo de analizar la gestión realizada, con vistas a reforzar los puntos débiles y mejorar las buenas prácticas. La gestión no es una tarea que se detenga con el final de la temporada: es un compromiso continuo que asegura la sostenibilidad de nuestras especies cinegéticas, su entorno y el futuro de las diversas modalidades. Por otro lado, la incertidumbre siempre acecha: normativas europeas (aunque en diciembre conocíamos la buena noticia del restablecimiento oficial del Intergrupo Biodiversidad, Caza y Medio Rural en el Parlamento Europeo, con el apoyo de más de cien eurodiputados), la posible implantación de restricciones adicionales sobre municiones o áreas de caza, y las amenazas sanitarias como la enfermedad hemorrágica epizoótica o la tuberculosis en la fauna mayor, nos obligan a mantenernos muy atentos a los acontecimientos y unidos como sector. Solamente así lograremos que nuestra voz sea escuchada y que se reconozca la importancia de nuestra labor en el equilibrio del medio natural. ¡Aprovechemos lo que nos queda de temporada general, sin bajar la ilusión sobre lo que nos depara el futuro! ¡Feliz Año Nuevo!. Seguir leyendo